Cuando un niño le diagnostican una diabetes, sus padres pueden dedicar mucho tiempo a pensar en los efectos físicos de esta enfermedad. Pero este diagnóstico también viene acompañado de cuestiones emocionales. Por eso es importante que los padres reconozcan las emociones que pueden experimentar los niños que padecen una diabetes y que sepan cómo ayudarlos a superarlas.
¿COMO SE SIENTEN LOS NIÑOS CON DIABETES?
Los niños suelen experimentar las siguientes emociones cuando se enteran de que padecen una diabetes:
-Aislamiento. La diabetes puede hacer que los niños se sientan diferentes que sus amigos, sus compañeros de clase. Alumnos del centro escolar que deben visitar enfermería para que les pongan inyecciones o les analicen la sangre se pueden sentir aislados y solos.
-Negación. Puesto que los niños se quieren integrar en su grupo y ser como los demás niños, a veces puede simular o hacer ver que no padecen diabetes, algo que puede ser peligroso si evitan las pruebas para medir el azúcar en sangre o la medicación.
-Depresión. Las emociones de depresión, tristeza y desesperanza son habituales en los niños con diabetes. Un niño a quien le acaban de diagnosticar esta enfermedad puede llorar mucho, sentirse agotado, presentar cambios en sus hábitos de alimentación o de sueño o tener dificultades para seguir un plan de control de la diabetes.
-Culpa. Algunos niños sienten que la diabetes es culpa suya y que son ellos quien les están provocando problemas a sus padres, hermanos y profesores por padecer esta enfermedad.
-Enfado, frustración y resentimiento. Es posible que su hijo se enfade con usted por ser quién se encarga de supervisar sus pruebas y su tratamiento. Muchos niños experimentan resentimiento ante las restricciones que la diabetes les ocasiona.
-Miedo y ansiedad. Los problemas relacionados con el control del azúcar en sangre, las agujas y la posibilidad de tener problemas de salud más adelante pueden asustar a los niños.
-Vergüenza. Los niños con diabetes se pueden sentir avergonzados por la atención adicional que deben recibir ,como cuando se tienen que medir el azúcar en sangre e inyectarse insulina en la escuela, en las casas de sus amigos y delante de otros.
-Dependencia. Cuando un niño se entera que padece diabetes, puede empezar a depender de sus padres más que sus iguales. El progreso que deberían estar haciendo hacia la autosuficiencia se puede detener o invertir.
¿COMO MANEJAR MIS PROPIAS EMOCIONES?
Los padres suelen atravesar un proceso de duelo cuando se enteran de que su hijo tiene una enfermedad como la diabetes. Les puede resultar difícil hacerse a la idea que un hijo suyo padece la diabetes. Les puede resultar difícil hacerse a la idea que un hijo suyo padece la enfermedad crónica que deberá controlar durante el resto de su vida. Es normal tener sentimientos de duelo y de tristeza.
Muchos padres también se sienten culpables de la diabetes de sus hijos y se preguntan si la podrían haber prevenido de algún modo. Algunos padres también se pueden sentir inseguros al tener que asumir el problema de sus hijos.
¿Qué puede hacer usted para afrontar sus propias emociones? En primer lugar, no dude en formular todas las preguntas y dudas que tenga a los profesionales del equipo de atención a diabetes de su hijo. Si se educa a sí mismo sobre la diabetes y las mejores formas de manejarla, esto le ayudará a tranquilizarse.
Es importante que satisfaga sus propias necesidades emocionales, aparte de las de su hijo. Cuando pueda, deje que otras personas, como sus parientes y amigos, compartan con ustedla responsabilidad de cuidar de su familia. Recuerde que usted no puede hacerlo todo.
¿COMO PUEDO AYUDAR A MI HIJO?
Una vez que aprenda a reconocer las emociones de su hijo, aquí tiene algunos consejos para afrontarlas:
-Reconozca las emociones de su hijo. Hable con su hijo a menudo. Trate de escuchar todo cuanto su hijo le quiera contar antes de expresar sus propias emociones. Este tipo de comunicación no tiene que ser siempre de tipo verbal. Dibujar, escribir o poner música pueden ayudar a los niños con diabetes a expresar sus emociones.
-Fomente el cuidado activo de la salud en su hijo. Es importante reforzar la idea de que, cuando un niño cuida bien de sí mismo mejor se adaptará a su proceso. También es posible que su hijo quiera hacerle preguntas a su médico estando a solas con él.
-Favorezca la independencia. Puede ser difícil, sobre todo al principio, pero es importante que no baje sus expectativas con respecto a su hijo y que no lo proteja excesivamente. En lugar de ello, fomente la misma independencia que esperaría de sus otros hijos. Con los ánimos y el apoyo de sus padres, los niños con diabetes pueden asumir algunas de las responsabilidades implicadas en el manejo de esta enfermedad, un cambio que suelen tener efectos positivos y que les ayuda a ganar confianza en sí mismos.
-Ayúdale a encontrar sus puntos fuertes. Si su hijo es un buen lector, un buen jugador de futbol, un amante del arte. La diabetes no define la vida de nadie : solo se trata de una parte muy pequeña de quien es su hijo.
-Céntrese en la amistad . Divertirse con los amigos ayuda a construir una sensación de seguridad, de confianza y de pertenencia. Anime a su hijo a hablar sobre la diabetes con sus amigos. Esto puede ayudar a sus amigos a sentirse más cómodos cuando se relacionen con él, como ocurría antes de recibir el diagnóstico. En lugar de centrarse solo en lo que los hace diferentes, los niños se pueden centrar en todas las cosas que tiene en común con sus amigos.
-Encuentre formas de afrontar el acoso escolar. A veces los niños se meten con los compañeros que tiene diabetes. como actuar:
a) Actúa con valentía , aléjate o ignora al acosador. Diga a su hijo que mire directamente a los ojos del acosador y que le diga algo como: " Quiero que pares y que lo hagas ya". Aconseje a su hijo que , a continuación, se aleje del acosador y que ignore cualquier otra intervención suya. Anime a su hijo a ir con la cabeza bien alta ( este tipo de mensaje corporal trasmite la idea de que no se es vulnerable).
b) Usa el sentido del humor o haz un piropo al acosador para descolocarlo. De todos modos, indique a su hijo que no use el sentido del humor para burlarse del acosador.
c)Usa un sentido de apoyo basado en la amistad. Contar con un sistema de apoyo puede ser de ayuda tanto para su hijo como para sus amigos para plantar cara a sus acosadores.
d)Cuénteselo a un adulto. Si su hijo está siendo objeto de acoso escolar, insístale en que es muy importante que selo explique a un adulto. Sus profesores, la dirección del centro escolar, los padres y el personal del comedor le pueden ayudar a frenar ese acoso.
-Explique a los amigos, profesores y otras personas que conviven con su hijo que tiene una diabetes. Pregúntele a su hijo si le gustaría que los demás supieran que padece esta enfermedad. A veces los niños se sienten menos avergonzados cuando explican a su amigos y compañeros de clase que tienen una diabetes, así, no se tendrán que preocupar por lo que pensarán sus compañeros cuando tengan que ir cada día a la enfermería de la escuela. Los profesores y otras personas que cuidan de su hijo también deben estar informados sobre la afección de su hijo y su manejo.
-Póngase en contacto con otras personas que tengan que afrontar la diabetes.
Encontrar un grupo de apoyo para niños y familias afectadas por la diabetes puede ayudar a los niños a sentirse más seguros a la hora de afrontar la diabetes y facilitarle consejos sobre cómo controlarla bien . El equipo de atención a la diabetes de su hijo puede ayudarle a ponerse en contacto con grupos de apoyo de su localidad.