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domingo, 30 de octubre de 2022

Recomendaciones sobre el uso de la mochila en la etapa escolar.

 Las mochilas son la forma mas común y práctica actualmente para llevar los libros al colegio.

Sin embargo, si se transportan de forma incorrecta, pueden producir problemas en la espalda de los niños y adolescentes. El uso inadecuado de las mochilas puede dañar los músculos y las articulaciones y producir dolor de cuello, espalda y hombros.

Un estudio realizado en adolescentes españoles de 12 a 18 años encontró que los niños con mochilas más pesadas tienen un riesgo mayor de tener dolor de espalda, aunque no de padecer escoliosis (la escoliosis es una deformación de la columna vertebral que puede llegar a manifestarse como una chepa y que se observa sobre todo en la adolescencia)



Consecuencias de la sobrecarga de la espalda en alumnos

No es exagerado. Ir al colegio es, en cierto modo, la actividad laboral de los niños. Y el hecho que tengan que llevar una mochila para transportar el material escolar es algo habitual y no debería suponer ningún riesgo. Pero no resulta tan evidente: las mochilas escolares y el dolor de espalda están conectados. La Fundación Kovacs que colabora con las autoridades sanitarias y se dedica a la investigación médica, la asistencia sanitaria y la promoción de la salud pública, afirma que el 50% de los niños menores de 15 años y el 70% de las niñas han padecido dolor de espalda.

Y toda la comunidad científica internacional coincide en afirmar que un niño no debe cargar más del 10% -15% de su peso corporal; es decir, un niño de primaria que pese 40 kilos no debería cargar más de 4 kilos. Pero muchos escolares llevan en sus mochilas hasta 7,5 u 8 kilos.

Hay unanimidad en que esta sobrecarga puede ocasionar dolores de espalda y algunos especialistas afirman que también puede producir otros trastornos graves de la espalda. Además, si este dolor es persistente, tienen mayor riesgo de padecerlo de forma crónica cuando sean adultos.

Cómo elegir una mochila:

· Es conveniente que sea ligera y adecuada al tamaño del niños

· Que tenga dos cintas anchas para los hombros y que, tanto ellas como la espalda, estén acolchadas.

  Que tenga cinturón puede ser útil para distribuir mejor el peso.

· El uso de mochilas con ruedas es polémico; muchos especialistas opinan que las muñecas de los niños no deben soportar los tirones al subir o bajar escaleras, ademas de la poca comodidad en terrenos que no sean planos.

Para prevenir lesiones cuando se usa la mochila es recomendable:

· Que la mochila no pese mucho.

· Colocar el material más pesado cerca de la espalda, distribuido uniformemente.

· Llevar el peso en el centro de la espalda, a nivel de la cintura y pegado al cuerpo. Apoyarla sobre la zona dorsal, no sobre la zona lumbar.

· Retirar lo que no se utilizará durante ese día.

· Llevar la mochila correctamente colocada, utilizando siempre las dos cintas para los hombros, que deben ir bien sujetas.

· Tener una musculatura adecuada. Para ello es conveniente realizar ejercicio físico y evitar estar sentado mucho tiempo delante de las pantallas.

· Higiene postural: bien sentados, mobiliario adecuado a su tamaño…

· Flexionar ambas rodillas para agacharse a cogerla o dejarla en el suelo


Otras medidas institucionales:

· Sistemas de rejillas, taquillas… en la clase que permitan a los niños dejar en la clase el material que no es necesario utilizar en casa.

· Mobiliario escolar adaptable a la altura de los niños.

· Medidas legislativas: Italia aprobó en el año 2007 en el Congreso la creación de una comisión científica para estudiar el tema.

· Editar los libros escolares en fascículos (mensuales, bimensuales, trimestrales…) para no tener que transportar todo el libro todo el año.


 DISPLASIA DE CADERA EN EL BEBÉ


EN QUÉ CONSISTE LA DISPLASIA DE CADERA  EN EL BEBÉ

Es una de las anomalías de los miembros inferiores que más frecuentemente se da en los  recién nacidos. Aproximadamente afecta a 3-5 niños de cada 1000 nacidos, siendo más frecuente en las niñas que en los niños y afectando mayormente a la cadera izquierda. 

La cadera es una articulación donde la parte superior del fémur o cabeza (la parte esférica) se encaja dentro de la cavidad del hueso de la pelvis. Esto nos permite mover la cadera hacia delante, hacia atrás y hacia ambos lados.

Cuando la cabeza del fémur y la cavidad donde debe alojarse no encajan perfectamente, el hueso tiende a salirse de la cadera de forma intermitente, pero en los casos más graves el hueso se coloca fuera de su posición natural de forma permanente, produciendo una luxación de cadera. 



Si este problema no se corrige, la cadera no crece correctamente. Esto puede conducir a que los niños tengan dolor al andar y a una artritis de cadera precoz (a temprana edad).

 

CAUSAS QUE LA PRODUCEN

El por qué se produce la displasia de cadera no está del todo claro. Se consideran factores predisponentes el sexo femenino, un peso elevado del bebé, la presentación en podálica, sobre todo cuando es de nalgas puras, que sea el primer hijo, embarazo múltiple y los antecedentes familiares de displasia de cadera.


   COMO LA DIAGNOSTICAMOS

El diagnóstico precoz es fundamental, pues posibilita un tratamiento más eficaz antes de que el bebé empiece a ponerse de pie y gatear.

Existen unas maniobras que nos ayudan a hacer el diagnóstico, y son las maniobras de Ortolani y de Barlow. Consisten en una serie de movimientos que realiza el pediatra con el bebé tumbado en la camilla y lo más relajado posible, flexionando y abriendo con delicadeza las piernas.

_ Maniobra de Ortolani: permite comprobar si hay luxación realizando rotaciones de la articulación.

_ Maniobra de Barlow: permite comprobar si hay posibilidad de que se pueda producir una luxación.





Conforme el niño va creciendo, de 2 a 4 meses, estas maniobras van siendo prácticamente negativas, por lo que hay que utilizar otros métodos como es el signo de Galeazzi, que nos muestra una limitación de la movilidad de la cadera o una asimetría relativa en la longitud de los miembros inferiores.

 El pediatra es el encargado de diagnosticar cerca de la mitad de los casos de displasia de cadera en el período neonatal gracias a estas maniobras.

Cuando el resultado de las maniobras no es del todo claro, o bien para confirmar o establecer el diagnóstico, el pediatra elige realizar una ecografía de cadera para bebés de menos de 6 meses, o bien solicita una radiografía si el niño tiene más de 6 meses.

Una displasia de cadera no tratada antes de que el niño comience a caminar, puede dar lugar a problemas graves como cojera irreversible, lesiones óseas, asimetría de las piernas o una artrosis precoz de cadera

 

TRATAMIENTO DE LA DISPLASIA DE CADERA 

El tratamiento va a depender en gran medida, de la edad del niño y de la gravedad de cada caso. Hay situaciones, sobre todo en bebés pequeños, de 4 a 6 semanas aproximadamente en los que las maniobras anteriormente citadas pueden ser positivas y no tratarse de una luxación de cadera, sino de una hiperlaxitud de la misma, dándonos como resultado una cadera luxable que puede ser normal. 

En estos casos es probable que no necesiten tratamiento inicialmente y se espere para ver la evolución, estando aquí más que indicada la realización de una ecografía para descartar una displasia de cadera. Si no evoluciona favorablemente, se remitirá a ortopedia infantil para tratamiento. 

Una vez diagnosticada la displasia de cadera, es el traumatólogo pediátrico el encargado de tratar el niño. Para ello, se usan algunos tipos de prótesis, siendo el más comúnmente utilizado el Arnés de Pavlik. Es un arnés de hombros que se une a unos estribos que llegan hasta los pies. Coloca las piernas del bebé en flexión de cien grados, postura que guía la esfera del fémur hacia el interior de la cavidad del hueso de la pelvis. El tratamiento con este tipo de arnés suele durar de 6 a 12 semanas. Mientras el bebé mantenga puesto el arnés, será sometido a revisiones periódicas en las que se le realizarán ecografías y otras exploraciones, y se irá haciendo un reajuste del arnés según vaya siendo necesario.


Raramente el arnés no consigue corregir la luxación, llevando al médico a tener que utilizar otras técnicas como son la reducción cerrada y el escayolado y la reducción abierta y escayolado.

Comentar en este punto que la técnica del doble pañal, antes muy comúnmente utilizada, ahora está en desuso. Tampoco se debe utilizar el tacatá o andador, pues resulta más perjudicial para la posición de la cadera, pues tiende a salirse con el propio peso del cuerpo del niño.

Sí puede favorecer el correcto desarrollo de las caderas del bebé el uso de mochilas ergonómicas y fulares en los que le bebé va a horcajadas con las piernas abiertas, evitando así la luxación.

 

 

 

Bibliografía consultada

  https://aeped.es

  https://Kidshealth.org

miércoles, 12 de octubre de 2022

CURA CON SAL COMÚN PARA EL TRATAMIENTO DEL GRANULOMA UMBILICAL EN EL RECIEN NACIDO

El granuloma umbilical, es un crecimiento excesivo del tejido blando del ombligo, cuya aparición se da en las primeras semanas de vida del bebé y que puede llegar a tener un tamaño de hasta un centímetro, apareciendo en la zona del lecho del ombligo. Puede presentarse de manera lisa o irregular, de aspecto carnoso, pedunculado, e incluso pueden observarse secreciones de color amarillento formándose costras alrededor. El origen no está muy claro, pero se piensa que puede deberse a la aparición de un exceso de tejido que continúa en la base del ombligo y que se observa cuando el cordón se desprende. Se cree que una previa inflamación del ombligo y quizás también algún tipo de infección previa, pueden estar relacionadas con la aparición de éstas lesiones umbilicales, pero el granuloma no es considerado en sí una infección del ombligo. Lo que sí confirman las investigaciones, es que la aparición del granuloma no está relacionada con la forma de curar el cordón una vez que el bebé haya nacido. Es importante que el granuloma sea observado y tratado, ya que es una zona que queda expuesta y que puede ser entrada de microorganismos que pueden dar lugar a infecciones no deseadas.
Existen varios tratamientos en la actualidad para abordar la cura del granuloma umbilical, siempre supervisados bajo el cuidado de personal sanitario. Durante muchos años, uno de los tratamientos que más se ha prescrito, ha sido el nitrato de plata. Éste tratamiento se realiza mediante la aplicación del nitrato con unas barritas directamente en la zona a tratar una vez por semana, valorándose semanalmente hasta la curación del mismo. Dicho tratamiento se sigue utilizando hoy en día. No obstante, debe aplicarse con cuidado ya que puede provocar quemaduras en la zona. En los últimos años, una técnica que está en auge, es utilizar sal común para la cura del granuloma umbilical. Se trata de un procedimiento fiable, sencillo e inocuo para el bebé y con el que se consiguen muy buenos resultados.
Para llevarlo a cabo, hay que lavarse muy bien las manos, y cubrir la zona del ombligo con una pizca de sal común de mesa. Se debe cubrir después con una gasa y dejar que la sal actúe durante unos veinte minutos aproximadamente. Tras pasar estos veinte minutos, se debe retirar la sal con una gasa limpia humedecida. Ésta técnica debe realizarse dos veces al día durante un intervalo de 3 días consecutivos. Transcurridos estos 3 días, lo más normal es que se observe una notable mejoría en la zona del granuloma, apreciándose en el mismo un cambio en el tono, una disminución del tamaño, apareciendo signos de curación. Si pasados éstos días, no se apreciase mejoría, se debe consultar a los profesionales sanitarios. Por todo esto, la aplicación de sal común para la curación del granuloma umbilical en el recién nacido, es una de las mejores técnicas que existen hoy en día,la cual puede ser aplicada en el propio domicilio del paciente, con resultados bastante rápidos y óptimos para abordar el problema que estamos tratando.

martes, 11 de octubre de 2022

QUE HACER CUANDO UN NIÑO TIENE FIEBRE

Fiebre en niños: ¿cuáles son los motivos más frecuentes? - Blog CEM 

 

    La fiebre es un síntoma muy frecuente en los primeros años de vida. Los niños comienzan la escolarización y especialmente durante el invierno, tienen muchas infecciones, por los que con frecuencia tienen fiebre para defenderse.

Hay que tener en cuenta que la fiebre es un mecanismo que tiene el organismo para luchar contra el ataque que supone la infección. La fiebre es la reacción del cuerpo, no la enfermedad.

La elevación de la temperatura facilita la acción de las defensas del organismo frente a las bacterias y los virus que producen las infecciones. Por lo tanto no es necesario tratar la fiebre e intentar bajarla hasta la temperatura habitual. En cambio si que se recomienda aliviar el malestar que la fiebre pueda producir en el niño.

-Lo habitual antes de intentar bajar la fiebre, primero sin medicamentos y luego con ellos, en cuanto se detectaban algunas décimas .

-En cambio, hoy en día la idea que la fiebre es una reacción natural del organismo, un útil mecanismo de defensa que aumenta la efectividad del sistema inmunologico y que por tanto no es necesario tratar siempre, está mucho más extendida.

-Se habla de fiebre cuando la temperatura corporal supera los 37 grados C, médicamente no se considera si no es superior a 38 grados C.

-La cifra varia en función de la parte del cuerpo en la que se mide la temperatura.El área axilar es la referencia para marcar si hay febrícula o fiebre, pero si la mides en la boca y el recto debes tnr en cuenta que la cifra aumenta hasta 0.4 grados.

COMO BAJAR LA FIEBRE EN NIÑOS

Como en el caso de los adultos, si un niño se acerca o supera los 40 grados hay que bajar la fiebre rápidamente porque puede provocar convulsiones en ellos aunque por general no sean graves.

-A partir de 38 grados también conviene tratar la fiebre del niño si se nota débil y el médico lo aconseja.

-Hay que tener en cuenta además, que si la subida de la temperatura afecta a bebés de menos de 3 meses, hay que acudir al pediatra para que evalue el caso. También comviene consultar con el médico si la fiebre dura 5 dias o más, sea cual sea la edad del niño.

Para bajar la fiebre infantil sin medicamentos puedes seguir los mismos consejos que en los adultos( desabrigarles,aplicar paños de agua tibia) que les darán alivio. también es importante ofrecerles agua u otros líquidos( zumos naturales,caldos) a menudo, para reponer el líquido que se pierde con aumento de la temperatura corporal.

MEDICAMENTOS PARA BAJAR LA FIEBRE

Para disminuir la fiebre y aliviar el malestar en los niños se utilizan habitualmente el paracetamol e ibuprofeno. Ambos se pueden dar en gotas o en jarabe, y el paracetamol tambien en supositorios( aunque siempre es preferible de forma oral) .

Hay que tener en cuenta que:

-Si el niño no está afectado no ganamos nada tratando la fiebre.

 -Los antitérmicos ueden disminuir la temperatura entre 1 y 1.5 grados C

-El objetivo no esalcanzar la temperatura corporl normal.

-El ibuprofeno se puede utilizar a partir de los 3 o 4 meses de vida.

-No dar paracetamol a un niño menor de 3 meses sin revisión médico.

-No es recomendable dar antitérmicos para prevenir una posible reacción a las vacunas.

-El paracetamol se puede administrar cada 4 o 6 horas, y el ibuprofeno cada 6 u 8 horas. Consultar las dosis adecuadas según el peso del niño.

-Es imprescindible tenerlos fuera del alcance de los niños, ya que la ingesta de una dosis elevada produce toxicidad.

¿HAY QUE ALTERNAR ANTITÉRMICOS?

Ante un niño febril se ha extendido la práctica de utilizar paracetamol e ibuprofeno de forma alterna para disminuir la fiebre. Sin embargo no hay pruebas de que alternados sea más eficaz para disminuir la temperatura y el malestar. Además esta práctica de alternarlos o combinarlos aumenta el riesgo de que se produzca confusiones a a hora de administrarlos y que se produzcan más efectos secundarios.

 

En conclusión podemos afirmar que dado su pape defensivo, en la mayoría de los casos no deberiamos hacer nada para bajar la fiebre. Suprimirla artificialmente puede crear una falsa sensación de mejoría, pero conviene hacerlo siempre si se acerca o supera los 40 grados C o en determinados casos cuando alcanza 38 grados C tanto en adultos como niños.

Al ser un síntoma, la fiebre bajara por si sola cuando se trate de trastorno que la esta provocando ( con antibióticos si el médico determina que es a consecuencia de una infección bacteriana).Además....

-No hay que pensar que si sube mucho y no se logra bajar se debe siempre a una causa grave, pues una enfermedad banal puede dar lugar a fiebre muy alta y al revés, hay trastornos peligrosos que no provocan ningún cambio de temperatura.

-Y que no se produzca una respuesta rápida al tratamiento antitérmico tampoco aporta datos relevantes sobre la gravedad de la patología.