DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS:
El Síndrome alcohólico fetal (S.A.F.) se incluye dentro de los
denominados síndromes de influencia prenatal. A diferencia de los
síndromes genéticos, el SAF se produce durante la gestación del embrión y
no viene determinado de antemano por un error en la codificación
genética. Su causa es la ingesta y abuso de alcohol (etanol) por parte
de la madre durante el período de formación del feto antes de su
nacimiento.
Se identifica por un patrón de anormalidades físicas, funcionales y de desarrollo entre las que se encuentran las siguientes:
- Bajo peso al nacer.
- Microcefalia (circunferencia pequeña de la cabeza).
- Retraso en el crecimiento.
- Retraso y problemas en el desarrollo: malformaciones de tipo cardiaco, genitourinario y esquelético. También son frecuentes los problemas visuales y auditivos.
- Anomalías del sistema locomotor.
- Dificultad para las relaciones con los demás.
- Dificultades de aprendizaje, que incluyen disminución de la memoria, mala comprensión del lenguaje, o poca capacidad para resolver problemas.
- Problemas de comportamiento, que incluyen hiperactividad, dificultad en la concentración, retraimiento social, impulsividad y ansiedad.
- En algunos casos pueden presentarse episodios de epilepsia.
- Alteraciones del SNC, consistentes en retraso mental, generalmente moderado (CI variable entre 50-80), niveles bajos de atención, labilidad emocional...
- Fenotipo peculiar con anormalidades faciales. Incluyen ojos de tamaño inferior al normal, rasgados y anomalías palpebrales. Mejillas aplanadas. Malformación del paladar, orejas u otros. Nariz respingona y corta con la ranura entre ella y el labio superior (filtro) mal desarrollada o ausente. Frente abombada. Mandibula pequeña (micrognata), que da al rostro el denominado "perfil de pájaro".