DEFINICIÓN
La enfermedad boca-mano-pie es una infección generalmente
benigna de causa vírica.
Se suelen dar casos durante todo el año, pero es típico en
la época de otoño.
Por lo general, afecta a niños pequeños (menores de 5 años)
pero también podría aparecer también en mayores (y adultos). Su incidencia
máxima está entre 1-3 años de edad y se propaga rápidamente en las escuelas y guarderías.
Generalmente es un proceso leve y sin secuelas que se
resuelve sin necesidad de tratamiento en 7-10 días.
Virus que la causan
Es causada por virus que pertenecen a la familia de los enterovirus.
- Virus coxsackie A16: es generalmente la causa más común de la enfermedad en los Estados Unidos
- Virus Coxsackie A6: también puede causar la enfermedad y los síntomas pueden ser más graves
- Enterovirus 71 (EV-A71): se ha asociado con casos y brotes en el este y el sureste de Asia. Aunque es raro, ha sido asociado a enfermedades más graves, como la encefalitis (inflamación del cerebro).
Hay varias especies de virus que causan la enfermedad, por
lo tanto, aunque el niño la haya pasado, se puede contraer la enfermedad de
nuevo por otro virus diferente.
CONTAGIO
Se contagia fácilmente:
- Contagio directo (persona-persona) por vía aérea (a través de secreciones de nariz y boca o gotitas que se emiten al toser) y fecal-oral (contacto con heces y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca). También a través de las lesiones (el líquido de las ampollas o las costras).
- Contagio indirecto a través de objetos y superficies contaminadas (pañuelos, juguetes, mesas…) y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca.
Raramente, también se pueden contraer los virus al tragar aguas recreativas, como el agua de las piscinas. Esto puede suceder si el agua no está adecuadamente tratada con cloro y se contamina con las heces de una persona que tenga la enfermedad.
Para prevenirlo:
- Lavarse las manos de forma frecuente
- Desinfectar correctamente las superficies y objetos que hayan estado en contacto.
No existe una vacuna específica
contra estos virus.
La enfermedad es más contagiosa al principio de la infección
(durante la primera semana). Las personas a veces pueden transmitir el virus a
los demás durante días o semanas después de que los síntomas hayan desaparecido
o si no tienen ningún síntoma, ya que el virus permanece en las heces o en las
vías respiratorias varias semanas después de padecer la enfermedad.
SÍNTOMAS:
Intensidad variable (desde muy llamativo y extenso hasta incluso desapercibido o asintomático.
- Lesiones cutáneas: Pequeñas vesículas/ampollas especialmente por fuera y dentro de la boca (paladar, encías, lengua), palmas de las manos, plantas de los pies y nalgas que desaparecen en 7-10 días sin dejar cicatriz. Comienzan como puntos rojos planos que, a veces, se convierten en pequeñas ampollas. El líquido de las ampollas y las costras resultantes que se forman cuando las ampollas sanan puede contener el virus que causa la enfermedad de manos, pies y boca. Se debe mantener las ampollas o las costras limpias y evitar tocarlas.
- Aftas/llagas en la boca, dolorosas (herpangina). Suelen aparecer uno o dos días después de que haya comenzado la fiebre. Estas llagas generalmente empiezan con pequeños puntos rojos, frecuentemente en la parte de atrás de la boca, que luego se convierten en ampollas, y pueden volverse dolorosas. Son signos que indican que tragar podría ser doloroso para el niño dejar de comer o beber, babear más de lo habitual, querer beber solamente líquidos fríos.
- Fiebre variable (suele durar 2-3 días) y malestar general.
- Disminución del apetito y dolor de garganta debido a las lesiones de la boca, que suelen ser muy dolorosas y molestas.
- En ocasiones, 4-6 semanas después de la infección, hay un desprendimiento con pérdida de las uñas (onicomadesis). Se trataría de algo normal, volverían a crecer sin hacer nada.
Síntomas de alarma con los que consultar:
- No quiere comer (pero sobre todo no quiere beber) debido al dolor de las llagas bucales
- Si hay síntomas de deshidratación (orina oscura, orinar poco, llanto sin lágrimas, mucosas secas…)
- Si está muy irritable, decaído incluso cuando no tiene fiebre
- La fiebre alta se prolonga más de 3 días
- El niño tiene el sistema inmunológico debilitado (la capacidad del cuerpo de combatir microbios y enfermedades).
- Los síntomas son severos.
- Los síntomas no mejoran después de 10 días
- Si el niño es muy pequeño, especialmente si tiene menos de 6 meses.
- Mal estado general
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se determinará examinando al paciente y considerando:
- - La edad del paciente
- - Los síntomas del paciente
- - El aspecto de las erupciones cutáneas y de las
llagas de la boca
A veces, se pueden recolectar muestras de la garganta, las
ampollas o las heces del paciente y enviarlas a un laboratorio para su análisis
y determinar si contienen el virus.
TRATAMIENTO
Se cura sin necesidad de medicación. No existe un tratamiento
curativo específico. Es producido por un virus, por lo que no se puede curar
con antibiótico. El tratamiento está dirigido a aliviar los síntomas.
Si tiene dolor, malestar o fiebre, paracetamol y/o
ibuprofeno
La hidratación oral frecuente es lo más importante para prevenir
la deshidratación.
Mantener las manos limpias y las uñas cortas, para evitar
sobreinfección por rascado de las heridas.
En caso de picor intenso, antihistamínico puntual.
Para las aftas bucales:
- Evitar alimentos calientes, ácidos, picantes, salados. Ofrecer alimentación sin forzar.
- Mejor alimentos fresquitos
- Geles/sprays para aliviar si mucho dolor
COMPLICACIONES
Las complicaciones suelen ser excepcionales, pero deberás
acudir al pediatra en caso de mala evolución del cuadro:
- Deshidratación: Algunas personas, especialmente los niños pequeños, pueden deshidratarse si tienen ampollas dolorosas en la boca que no les permiten tragar suficientes líquidos. Los padres pueden prevenir la deshidratación asegurándose de que los niños beban suficientes líquidos.
- Pérdida de las uñas de las manos y los pies. Muy raramente, las personas pueden perder las uñas de las manos y los pies después de haber tenido la enfermedad. La mayoría de los casos notificados de pérdida de las uñas son en niños. En estos casos reportados, la persona generalmente perdió la uña unas pocas semanas después de enfermarse. Por lo general, la uña creció otra vez por sí sola. Sin embargo, no hay evidencia de que la enfermedad sea la causa de la pérdida de las uñas.
- Meningitis viral. Aunque es muy raro, una pequeña cantidad de personas con la enfermedad desarrollan meningitis viral. Esta enfermedad causa fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello o dolor de espalda, y puede requerir la hospitalización de la persona infectada durante unos días.
- Encefalitis o parálisis. En muy raras ocasiones, una pequeña cantidad de personas con la enfermedad contrae encefalitis (inflamación del cerebro) o parálisis (no pueden mover partes del cuerpo). Esto es extremadamente raro.
COLEGIO
Con respecto al tema de llevar o no al niño al colegio, existe
mucha controversia.
Según la Asociación Española de Pediatría, no llevar al niño
al colegio resulta ineficaz para reducir la transmisión porque son contagiosos
desde antes de mostrar síntomas y hasta mucho tiempo después. Es común la
infección asintomática y la posible transmisión del virus antes del comienzo de
los síntomas, lo que limita la efectividad de la exclusión y dificulta la
disminución de su transmisión. Por ello, el pequeño podría ir al colegio si no
tiene fiebre, se encuentra bien y las lesiones de la boca le permiten comer.
Hay otras fuentes oficiales que, sin embargo, señalan que
los niños deben quedarse en casa mientras tengan síntomas.
FUENTES:
- Asociación Española de Pediatría
- Centres for Disease Control and Prevention
- WHO
- Artículos científicos
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